Índice

La idea

La puesta en marcha

Presentación (1ª edición)

Presentación (2ª edición)

Presentación (3ª edición)

Bosquejo geológico de la provincia de Almería

Riqueza florística de Almería

Lista de especies

El hallazgo de Gadoria falukei

En recuerdo del Hermano Rufino Sagredo

Agradecimientos

Bibliografía

Autores

 


 

Bosquejo geológico de la provincia de Almería

 

Desde el punto de vista geológico la provincia de Almería se encuentra situada en el extremo oriental de las cordilleras Béticas y, más concretamente, dentro del dominio meridional o zona Bética s.s., exceptuando su parte norte que se ubica en el dominio septentrional externo.

La zona Bética está constituida por rocas de edad paleozoica y triásica más o menos metamorfizadas, que han experimentado de forma excepcionalmente violenta los efectos de la orogenia alpina, presentando una impresionante estructura de mantos de corrimiento. Las distintas unidades estructurales de este dominio interno han sido agrupadas en cuatro grandes conjuntos o complejos superpuestos tectónicamente, que son, de abajo arriba: el Nevado Filábride, el de Ballabona-Cucharón, el Alpujárride y el Maláguide. En cuanto al dominio septentrional externo, está integrado fundamentalmente por materiales mesozoicos y terciarios no metamorfizados por la orogenia alpina aunque han sufrido los efectos de la misma (fracturas, estructuras de plegamiento y de mantos de corrimiento). En el dominio externo se diferencian dos unidades, la zona Prebética y la zona Subbética, más compleja y situada al sur de la primera.

En la provincia de Almería están expuestos ampliamente los materiales de los complejos  Nevado-Filábride y Alpujárride, siendo más reducidos los afloramientos de los materiales de los complejos Ballabona-Cucharón y Maláguide, sobre todo este último que sólo lo está en forma de relictos aislados y de pequeña extensión. Respecto a los materiales del dominio externo sólo están representados los pertenecientes a la zona Subbética, que afloran exclusivamente en la parte norte de la provincia.

Estos materiales constituyen todos los macizos montañosos en que se organiza el relieve almeriense, que está caracterizado por un conjunto de alineaciones montañosas con una dirección W-E las más meridionales, y SW-NE, las septentrionales, y que corresponden, de sur a norte, a las sierras de Gádor, Alhamilla y Cabrera, parte occidental de Sierra Nevada y la Sierra de los Filabres, Sierra de las Estancias y la Sierra de María.

Los materiales pertenecientes al complejo Nevado-Filábride constituyen el basamento de todas estas sierras a excepción de la de Gádor y la de María, y se componen esencialmente de micasquistos diversos, cuarcitas, gneises, mármoles, anfibolitas y serpentinas. Los materiales de los complejos Ballabona-Cucharón y Alpujárride se encuentran en la cima de los materiales nevado-filábrides constituyendo la cobertura de dichas sierras, menos en la Sierra de María. Estos materiales están compuestos esencialmente por esquistos, cuarcitas, filitas, yesos, brechas tectónicas, calizas y dolomías de edad Permo-Triásico y Trías Medio-Superior. En cuanto a los materiales de la zona Subbética que constituyen la Sierra de María están formados por calizas de diversos tipos de edad jurásica.

Todas las alineaciones montañosas almerienses están, a su vez, separadas por extensas depresiones, que de sur a norte y a través de una amplia llanura litoral corresponden a: la Cuenca de Tabernas-Sorbas, situada entre las sierras de Gádor, Alhamilla y Cabrera, y la Sierra de los Flilabres; la Cuenca del Almanzora, por la que discurre el río que le da nombre, desarrollada entre la Sierra de los Filabres y la Sierra de las Estancias; y, por último, el Corredor de Chirivel, situado entre la Sierra de las Estancias y la Sierra de María.

Al este de dichas depresiones se encuentra además la Cuenca de Vera, situada entre las sierras de Almagro y Almagrera por el norte, el extremo oriental de la Sierra de los Filabres por el oeste y Sierra Cabrera por el sur. Todas estas depresiones están rellenas por materiales terciarios postorogénicos de origen marino correspondientes al Neógeno y por depósitos continentales cuaternarios.

Finalmente, en el extremo sureste de la provincia de Almería se encuentra la Sierra de Cabo de Gata, extendida en sentido NE-SW a lo largo de la costa y limitada por una importante fractura – la falla de Carboneras- sobre la que se levanta, a su vez, una pequeña alineación montañosa, la Serrata de Níjar. Los materiales que constituyen la Sierra de Cabo de Gata están prácticamente compuestos por rocas volcánicas calco-alcalinas s.s., originadas por un vulcanismo postorogénico que se desarrolló durante la mayor parte del Neógeno. Asociados también con este vulcanismo, pero de composición distinta, existen en la provincia de Almería varios pequeños afloramientos volcánicos como el del Hoyazo, cerca de Níjar, y los de la Cuenca de Vera. Las rocas de todos ellos son calco-alcalinas potásicas a excepción de las del Cabezo de María, cerca de Antas, que son ultrapotásicas.

KARST

Todos los macizos calcáreos de la provincia de Almería, principalmente los constituidos por las calizas y dolomías de los complejos Ballabona-Cucharón y Alpujárride, así como las calizas jurásicas de la Sierra de María están, en general, fuertemente carstificados. Se trata de un karst muy antiguo (probablemente Plioceno y Cuaternario) ya muerto completamente, que se desarrolló durante periodos húmedos antecesores del clima actual y relacionado con una geomorfología hoy ya desaparecida. Sin embargo, existen algunos casos, como la Sierra de María, donde aún se detecta un proceso incipiente de carstificación debido a un karst de alimentación nival.

Un caso especial y singular lo constituye el karst desarrollado en los materiales yesíferos pertenecientes al miembro Yesares de la cuenca neógena de Sorbas.

 

Luis Delgado Castilla   

Geólogo

 

 


 

 

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